Cuaderno de otoño VII: Cuadernos

Cuaderno de otoño VII: Cuadernos

Anotar cosas en los cuadernos es algo que me llena de paz y tranquilidad. Un verso, una idea, un aforismo, un haiku. Abro el cuaderno, anoto y cierro el cuaderno. Ya doy por bueno el día. Me gusta saber que están ahí, en una de las estanterías de la biblioteca del comedor, junto a las obras completas de santa Teresa y de san Juan, junto a algunos libros de Steiner o de Bloom, entre las cartas de Emily Dickinson y El sueño creador, de María Zambrano.

Es, también, una forma de hablar, de mantener un diálogo conmigo mismo en el silencio de la escritura. 

Escuchar las misas de William Byrd, para cinco, cuatro o tres voces. Sencillez…delicadeza…profundidad. Al igual que Cristóbal de Morales, Tomás Luis de Victoria o Sebastián de Vivanco. Unas composiciones que me acompañan durante la semana, mientras voy camino del trabajo, cuando salgo un rato a caminar, en casa mientras escribo o anoto cualquier cosa en uno de los cuadernos. A veces parece que ni siquiera estoy escuchando la música y, sin embargo, como una paciente y constante gota de agua, va penetrando en cada uno de mis rincones.

P. ha presentado su dimisión como presidente de la Junta Mayor de Cofradías y con él todos nosotros, su junta directiva. Me dirán que no puedo decir nada porque es mi amigo y porque yo mismo he sido parte de su equipo, pero como podrán comprender me da igual. 

Asumió el reto de estar al frente de la Semana Santa de Torrevieja cuando faltaban apenas cincuenta días para el inicio de la misma, después de dos años parados por la pandemia y con todo por hacer. Y sacó adelante, con mucho trabajo, un proyecto no carente de ambición. Un proyecto en el que está, por ejemplo, la realización de un reglamento de régimen interno (herramienta muy útil de la que se podrán beneficiar futuras generaciones de cofrades), un cambio de enfoque en la revista (ya más parecida a un libro y con su ISBN), la realización de los Encuentros Provinciales de Cofradías en nuestra ciudad, una forma diferente de afrontar actos como el pregón o qué hacer cuando se suspende una procesión (oraciones en las parroquias con todos los cofrades, etc.). Sí, hago aquí una relación de logros, como Homero hacía en la Ilíada una relación detallada de las naves aqueas, para que la memoria sea justa en el devenir del tiempo. Y el último logro de todos, sin duda fruto del trabajo de muchos a lo largo de los años, la tan ansiada Declaración de Interés Turístico Autonómico. 

Gracias por tanto, querido P. Sólo puedo recordar aquí el último verso del poema De amicitia (Julio Martínez Mesanza): “Mañana el mar inmenso nos espera”.

En el día de santa Teresa, anoto este haiku:

Nada te turbe

mujer de los caminos,

santa descalza.

Ser el cuarto hijo de una familia de cinco te hace tener una cierta perspectiva con el tema del aborto; y estar agradecido a que tus padres también la tuvieran. 

Marco Antonio Torres Mazón

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