Jorge Juan Codina (Elda) y Francisco C. Ayudarte (Motril), autores ganadores  

Jorge Juan Codina (Elda) y Francisco C. Ayudarte (Motril), autores ganadores  

 Cumpliendo la tradición de cada mes de octubre en las cercanías del Día de la Hispanidad, Ars Creatio anunció los relatos ganadores, con sus respectivos autores, del concurso internacional «Una imagen en mil palabras», en la presentación del número de su revista digital correspondiente al otoño en curso. Con esta octogésima entrega se completan los veinte años de comunicación ininterrumpida con sus lectores desde la fundación de la asociación cultural torrevejense. El sábado 18, a partir de las 20 horas, en el Palacio de la Música, tuvo lugar el acto, organizado y presentado por José Miguel Toro, que contó con la presencia de las concejales Sandra Sánchez e Inmaculada Montesinos.

Con este número concluye asimismo la serie de cuatro portadas del artista César Rodríguez Mateo. En esta ocasión, la otoñal imagen refleja una incógnita mirada femenina a nuestro horizonte marino. Ars Creatio reitera su agradecimiento a César Rodríguez Mateo por esta extraordinaria colaboración.

José Miguel Toro, directivo de la asociación, reseñó los numerosos y variados artículos que pueblan esta edición. Por orden alfabético de las secciones, éstas comienzan con el sugestivo trabajo del científico Manuel Sánchez Angulo sobre lo que podríamos llamar «la sociabilidad del achispamiento». La filósofa María Ángeles Boix nos plantea unas interesantes —a la par que inquietantes— preguntas sobre la ética robótica, en un comentario de la película Blade Runner. Conchita Moreno Alonso expresa sus recuerdos en Dorada luz de otoño.

La historia cuenta con cinco artículos. Mateo Marco Amorós publica la cuarta parte de su Decíamos ayer… María José González Vicedo cuenta la historia de supervivencia de Malala Yousafzai, la niña cuya familia se enfrentó al régimen de terror talibán en su lucha por recibir enseñanza y por la igualdad entre hombres y mujeres. Antonio Manuel Berná aporta datos sobre el corsarismo y la piratería —términos que no son sinónimos, pues el uno gozaba de patente (de corso, obviamente) y la otra no servía a ninguna nación— durante la Pequeña Edad del Hielo (1645-1715). Félix Marina recuerda a los calafates y maestros veleros torrevejenses, unos oficios que en su época supusieron el principal aporte económico del pueblo. Después de su visita a registros parroquiales de Torrevieja, La Mata y localidades próximas, José Belmonte y Amparo Moreno recopilan, en una meticulosa y completísima exposición, todos los antecedentes familiares de Concha Boracino, en la continuación de la búsqueda de los documentos que acrediten dónde terminó sus días la protagonista del cantón torrevejense de 1873.

El músico Armando Bernabéu trae una semblanza de su madre, Mari Paz Andréu, y su relación con el Certamen de Habaneras, resumen de la conferencia pronunciada el pasado 5 de julio. La bióloga Estefanía Alonso incide, una vez entrado el otoño, en la necesidad de respetar las señales que advierten de la presencia del chorlitejo.

El apartado de poesía es el que más firmas recoge en esta edición: Modesto González Lucas, Antonio Pérez Boj, Clara Ordiz Orviz, Felipe Serrano, Fernando de Ágreda, Luis Pascual Limiñana, Lucía Pastor, José Miguel Toro, Antonio Bernal, Rosalía Estela Salas y Eduardo Aranda Hortelano, además de la obra colectiva, por iniciativa de este último, dedicada a Torrevieja.

Los cinco relatos llevan las respectivas autorías de Alfonso Pérez Gracia (publicación póstuma), Manuel Pérez García, María Albertus y Eduardo Aranda (conjunto), Raimundo Martín Benedicto y Eliseo Pérez Gracia.

Cuidando la salud, Concha Torres propone una sabrosa receta de otoño; y Maite Miralles, presidente de ASIMEPP, refiere la labor de su asociación en su lucha contra la fibromialgia. Alejandro Blanco «pisa vidrios rotos» con sus impresiones ante el nuevo reto teatral que afronta la asociación (y él mismo en concreto). Y también se cuenta con dos excepcionales viajeros y fotógrafos, Miguel Ángel Andújar (esta vez a escala comarcal), desde su huerta de Almoradí, y Esther Elkouss (a escala mundial), en su apasionante recorrido por 67 países.

A todo lo cual se añaden las noticias generadas por la entidad cultural en el pasado verano y, en la sección especial de cada otoño, los relatos ganadores del XVII Concurso Internacional Ars Creatio «Una imagen en mil palabras». En esta edición, los autores se inspiraron en dos fotografías de Luz Martínez Martínez. En la mayor participación de este concurso hasta la fecha, fueron enviados 506 trabajos, 242 para la foto 1 y 264 para la 2. En cuanto a la procedencia, 318 vinieron de distintas localidades españolas, dándose la circunstancia de que por primera vez lo hicieron de las diecisiete comunidades y también de las dos ciudades autónomas; y 188, de países de Hispanoamérica y otros, con Argentina, México y Colombia en mayor número.

El jurado, que demostró su compromiso al leer y valorar todos los relatos, estuvo compuesto por María Benavent Benavent, María Ángeles Boix Ballester, Dolores Sánchez Torres y Noelia Illán Conesa, además del presidente, Antonio Sala Buades, encargado de informar sobre algunos pormenores de este certamen (con el agradecimiento a la página www.escritores.org, donde viene anunciándose cada primavera) y de hacer públicos los dos títulos ganadores y sus autores con la lectura del acta. Tras ser calificados todos los relatos, fueron seleccionados los primeros de cada foto, nueve de la 1 y catorce de la 2, después sometidos a la deliberación final. Una vez concluida ésta, se acordó otorgar los premios de la siguiente manera:

Foto 1: Diccionario de río, de Jorge Juan Codina Ripoll, residente en Elda (Alicante).

Foto 2: Memoria de cristal, de Francisco C. Ayudarte Granados, residente en Motril (Granada).

Estos dos veteranos autores aumentan así unos ya amplios palmareses en galardones literarios, logrados en certámenes organizados en ciudades de toda España.

Ambos relatos fueron interpretados (voz, matices y gestos), respectivamente, con la selección musical al efecto de José Miguel Toro, por Ana María Torres Manresa y Javier Nieto Roca, en una colaboración especial para esta ocasión. El público asistente apreció así de forma directa los valores literarios y la adecuación a las fotografías, el objetivo de este singular concurso. Los dos relatos ya están incluidos en el sumario del número 80 de Ars Creatio, al que se puede acceder desde la dirección electrónica habitual: https://arscreatio.com/revista/.

La sesión todavía nos tenía reservado un emotivo epílogo. La presidente de Ars Creatio, Josefina Nieto, accedió al escenario para anunciar la entrega de sendos logos salados de la asociación a dos de sus más abnegados directivos y trabajadores en todos los órdenes, administrativos, técnicos, logísticos y artísticos: Juan Antonio López Jordán y Antonio Ruiz Hurtado —como suele ocurrir en estos casos, los últimos en enterarse— los recibieron con una merecida ovación.

Durante estos últimos meses, entre otras actividades que viene llevando a cabo, Ars Creatio vio reconocida su labor a nivel local con el premio «Diego Ramírez», concedido en el pasado noviembre; y a nivel internacional, la asociación cultural torrevejense fue invitada para asistir, en junio, como uno de los representantes españoles, al foro europeo de centros históricos de producción de sal en Wieliczka (Polonia), en el que se unió a la propuesta de creación de una ruta europea del patrimonio salinero.

El futuro inmediato para este otoño depara, dentro de apenas una semana (el viernes 24), la segunda de las conferencias de «Torrevieja y el mar», como homenaje a la labor de Andrés Javaloy por nuestro litoral. En noviembre, una nueva edición de la Semana de la Ciencia. Y en diciembre, como gran colofón de este vigésimo año de trayectoria, la puesta en escena de Luces de bohemia, que supondrá un cambio de registro con respecto a los últimos títulos representados. Fechas que con Ars Creatio vienen marcándose en el calendario local, como la de su aportación a la hermandad entre los hablantes del español de todas las latitudes.

Antonio Sala Buades

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