‘Flor de sal’, un vino de edición limitada criado bajo las salinas

‘Aquí la tierra’, de TVE, grabó este innovador proyecto que se desarrolla en los viñedos de La Mata.

Un equipo de “Aquí la Tierra”, de TVE, visitó la semana pasada la ciudad de Torrevieja gracias a las gestiones de la asociación cultural Ars Creatio, al igual que hiciera el año pasado. El equipo grabó imágenes y testimonios sobre el proyecto innovador que una bodega está llevando a cabo en los viñedos de La Mata consistente en cuajar botellas con vino de uva merseguera bajo el agua de la salina torrevejense, todo con la ayuda de los últimos artesanos salineros, Manuel Sala “El pijote” y Miguel Pérez “El gavilán”. El reportaje, de tres minutos, se emitirá próximamente. Este proyecto pone en valor dos de los patrimonios culturales más peculiares de la ciudad: la tradición vitivinícola de La Mata y la artesanía salinera de Torrevieja.

‘Flor de sal’. Así se llamará el vino de edición limitada realizado con uva merseguera de los viñedos de La Mata, criado bajo velo de flor en barricas y posteriormente cuajado bajo el agua de las salinas de Torrevieja. Este innovador proyecto ha sido gestado dentro del proyecto Sopla Levante por cuatro socios de Bodegas Rodríguez de Vera: Hilarión Pedauyé, Pepe Rodríguez de Vera, Alberto Soriano y Álvaro Ruiz. Sopla Levante elabora vinos provenientes de viñedos singulares de toda la Comunidad Valenciana, como Utiel-Requena, provincia de Valencia y provincia de Alicante, aunque su centro neurálgico es La Mata.
Este proyecto, que se ideó en 2019, será una realidad en unos meses. Ahora se encuentra en fase experimental, pero la idea de la bodega es sacar este año 50 botellas de edición limitada. Así lo explicó Hilarión Pedauyé, uno de los socios impulsores del proyecto que ya está en marcha.
La crianza de vino bajo el agua de la laguna es algo que nunca se ha hecho. “Sí teníamos precedentes de crianzas bajo el agua del mar, pero nunca bajo el agua de unas salinas”, comentó Hilarión. “La idea es que la sal cristalice y cuaje alrededor de la botella”, señaló. Esa protección conferiría una crianza especial y no influenciada por los rayos del sol, ya que serían reflejados por el cuajado de sal. De este modo, el vino no se vería alterado por el sol y se mantendría a una temperatura constante de entre 18º y 20ºC, que sería similar a la temperatura existente en una cueva o sitio refrigerado de la Ribera del Duero. “El agua de las salinas está caliente, pero el vino de la botella con el cuajado de sal exterior estaría mucho más frío”, explicó. Aunque no lo saben con certeza, el salto térmico podría oscilar entre 10º y 12º C. “Esa crianza bajo las salinas conferiría unas notas especiales al vino. El que hay en el interior es también un vino especial, que no hemos sacado todavía al mercado, estamos criándolo en La Mata en unas barricas donde les sale una especie de telo, que se llama velo en flor”, indicó.
Hilarión Pedauyé se mostró muy contento por el interés del programa ‘Aquí la Tierra’, de TVE, para dar voz a esta innovador proyecto que aúna la tradición vitivinícola de La Mata y la artesanía salinera de Torrevieja. Aunque la bodega exporta a varios países y su mercado está prácticamente fuera, también se comercializa en tiendas locales de Torrevieja, Guardamar, Almoradí y Orihuela. “El comercio local se ha volcado con nuestros vinos”, resaltó. “Casi nos gusta más que nos compre una tienda de Torrevieja dos o tres veces al mes que vender 500 botellas a Dinamarca”, confesó.

En fase de pruebas

Los últimos artesanos salineros, Manuel Sala “El pijote” y Miguel Pérez “El gavilán”, están haciendo pruebas con el forrado de las botellas a sumergir para que la sal se fije con éxito. Hilarión indicó que están probando dos materiales; sábana blanca de algodón -al igual que se hace con los tradicionales barcos cuajados en sal- y malla blanca con una luz muy fina, para saber en qué material cuaja mejor la sal. Una vez que tengan el resultado, se decantarían por vestir la botella con el material más idóneo para proceder a la producción de las 50 botellas de vino.
Las botellas permanecerán bajo el agua de las salinas tres días para que la sal cuaje. Tras realizar pruebas valorarán si se le va a dar más tiempo de crianza o menos, apuntó Hilarión. El vino de esta edición limitada lleva un año en barrica. La idea es que el año que viene tenga dos años de crianza y a partir de ahí tres años, que será la crianza definitiva, con el posterior cuajado. “Queríamos introducir el producto de forma progresiva porque la crianza es muy larga y queríamos dar aprobar esta crianza especial y hacer muy pocas botellas para quien lo quiera adquirir”, manifestó.
Una vez cuajadas, las botellas se meterán en una caja de metacrilato de cara a su venta al público para preservar la costra de sal de la humedad. “La botella va a parecer una pieza de sal, pero se va a ver claramente que es una botella de vino. El consumidor la abrirá como una botella de vino normal, podrá tocar la sal, desecharla o usarla para otro destino”, señaló Hilarión, al tiempo que matizó que la botella no llevará etiqueta sino que su presentación será el cuajado. Además, irá lacrada en blanco porque el color que adquiere el vino es de tonos pálidos similar a una manzanilla de Sanlúcar de Barrameda, declaró. El precio de mercado será a base del costo. “No tenemos una política de demanda sino que vamos a hacer un precio justo proporcionalmente al costo”, concluyó.

Vino de ida y vuelta

La semana pasada culminó la vendimia en los viñedos de La Mata. De allí, la uva se lleva a un centro logístico para meterla en una cámara frigorífica. Una vez que han vendimiado todas las viñas de la Comunidad Valenciana, la uva se transporta en un tráiler a la bodega, que se ubica en Chinchilla de Montearagón (Albacete), donde se procesa y fermenta el mosto. Después se elabora el vino, que vuelve para su crianza en barrica a La Mata. “Es un vino de ida y vuelta”, aseguró Hilarión. Después se embotellará en La Mata y se criará en la laguna de Torrevieja.