Arquitecturas efímeras: Transofrmando la ciudad

Hace dos semanas Torrevieja se despertó con un proyecto que logró transformar el centro de la ciudad. 45 alumnos de segundo y tercero de Arquitectura de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Alicante -UA- crearon 22 instalaciones dentro de la iniciativa ‘Arquitecturas efímeras’.
Esta semana se han conocido los premiados de esta idea que nació de la colaboración de la Concejalía de Comercio con la UA mediante su Sede en Torrevieja.
Las 22 creaciones han sido valoradas por un jurado formado por la edil de Comercio, Manuela Osuna, la técnico de Comercio, Carmen García, la profesora María García de la Escuela Municipal de Pintura, la arquitecta Silvia Mirante y el coordinador de la sede de la UA en Torrevieja, José Norberto Mazón. Entre los aspectos destacados, se ha valorado el gusto, la originalidad y la creatividad, así como la implantación en el local, la capacidad de reconfigurar el espacio y el uso de materiales.

1º Premio: Hélice
Dotado con 450 euros, esta instalación se ubicó en la confitería ‘Concepción’. La obra de Carla Samper y Sara García transmitía energía y movimiento en el hueco de un escaparate rectangular que se convirtió en una circunferencia. Simulaba movimiento con un revestimiento de origamis con forma de tetraedros que parecían las diferentes superficies de placas solares y el retranqueo de los edificios.

2º Premio: Mesh
Dotado con 300 euros, las jóvenes Angélica Martínez, Alicia Andréu y Claudia Lozano decoraron la floristería ‘Carmina’ con una instalación que consistía en una superficie con forma de malla de estructura triangular poblada con flores de papel. La obra colonizó el local de tal manera que consiguieron que formara parte de la tienda y no un objeto aislado.

3º Premio: Wet
Dotado con 200 euros, la obra que decora la tienda ‘La Rana Verde’ y que han realizado Gracia Agulló y Lola Gómez representaba de una forma totalmente metafórica el crecimiento de los niños a lo largo de la infancia. Los maniquíes del escaparate se convirtieron en plantas a los que se les regaba con el conocimiento mediante finas tiras de satén.