Torrevieja acaparó la mirada de los amantes de la música urbana

El rap desenfadado de Locoplaya, el reivindicativo y reflexivo de Prok y la versatibilidad musical y esceneografía de Recycled J y Bad Gyal pusieron el listón muy alto en el I Crazy Urban Festival.

La primera edición del Crazy Urban Festival celebrado los días 13 y 14 de agosto en las Eras de la Sal de Torrevieja dejó el listón muy alto. La esperada cita musical superó todas las expectativas con todas las entradas vendidas para recibir a las principales figuras de panorama musical español dentro del género de la música urbana. El público juvenil, procedente de toda la geografía española, mostró un comportamiento ejemplar, cumpliendo con todas las medidas de seguridad Covid para ver a sus artistas favoritos.
Los canarios Locoplaya irrumpieron el viernes, 13 de agosto, en un colorido, divertido y reivindicativo escenario, mostrando las diferentes, innovadoras y mejores caras del rap. Después fue el turno del granadino Prok, uno de los precursores del concepto de ‘rap serio’, que también fue fiel a su tono reivindicativo en sus líricas en las que fusiona filosofía, vivencias personales y sus raíces sociales.
En la jornada del sábado, 14 de agosto, subieron al escenario otros dos artistas en alza en la música española, como son el madrileño Recycled J y la catalana Bad Gyal.
El artista de Carabanchel, con más de 10 años de carrera, mostró su versatibilidad, intercalando temas de estilos como el rap, trap, reggaeton, pop, electrónica e incluso coqueteó con el rock. Por su parte, Bad Gyal puso el broche de oro a las actuaciones con su ya reconocido y estilismo propio, así como con un espectáculo visual que acompañó a sus populares temas, que le han valido grandes reconocimientos nacionales e internacionales, conjugando el trap, el dancehall y el reggaeton.
Ninguno de ellos defraudó a sus fans, que, hasta mascarilla en boca y sentados, no pararon de bailar con las manos y de corear las letras de todos y cada uno de los temas que centraron sus actuaciones.
Amplio dispositivo tecnológico
El festival contó con un protocolo de seguridad elaborado por la organizadora del festival, Shiroten, que apostó por desplegar un amplio dispositivo tecnológico y de personal humano para garantizar la seguridad Covid de los asistentes con la plataforma especializada en control de accesos Safety Global. Para ello, aparte del uso de la mascarilla y de permanecer sentados, se hizo uso de pulseras tecnológicas para agilizar la gestión de pagos y cobros, evitando colas en las entradas al recinto o en las barras, ya que permitían conocer el aforo en tiempo real de las distintas zonas habilitadas.