Un día con: el Servicio Marítimo de la Policía Local

Nuestro litoral acoge cada verano a miles de personas que encuentran en sus playas y sus calas un lugar placentero en el que disfrutar los días de verano. Se estima que Torrevieja acoge estos meses a cientos de miles de personas y la seguridad en las playas es una cuestión prioritaria a la que contribuye el servicio marítimo de la Policía Local.
Desde el año 1999, la Policía Local pone en marcha los meses de verano este servicio que recorre los 15 km de costa para garantizar la seguridad, también en el mar. Cuatro agentes, dos por turno, apoyan desde la embarcación a la capitanía marítima y controlan el cumplimiento de la ordenanza de playas; ellos son Adolfo Rodríguez, Jerónimo Manzanaro, Antonio Alarcón y Rubén León. Ellos participan en rescates, vigilan nuestras playas, actúan en vertidos, limpian nuestro mar y, también, salvan a especies protegidas.
Esta semana hemos pasado varias jornadas con esta patrulla con motivo del Día Mundial de Limpieza de la Naturaleza, una fecha que convoca a millones de personas para concienciar a la población de que la basura y la contaminación se puede reducir en la naturaleza y en los océanos.

10:00 h.: Empieza la jornada. Las playas comienzan a esta hora a llenarse de gente y los agentes de la Policía Local que se encargan de la patrulla marítima empiezan su turno. Hay que poner la embarcación a punto para recorrer la costa y atender con la mayor rapidez posible cualquier emergencia que se pueda producir. En la lancha no pueden faltar los chalecos salvavidas, el registro en el que apuntan las incidencias o servicios, el cubo en el que depositan la suciedad que recogen en el mar, una botella de agua o el toldo que se pone para resguardarse del sol siempre que la actividad lo permita.

10:20 h.: El barco ya está listo y parte de su punto de amarre en el puerto de Marina Salinas. Lo primero que hacen los agentes es supervisar que no haya embarcaciones en el recinto portuario, ya que desde 2006 el fondeo libre ahí no está permitido. Nada más salir comprobamos que hay una embarcación procedente de Puerto Rico y uno de los agentes les informa de que no pueden pernoctar en el puerto, y que deben hacerlo o fuera o en alguno de los tres puertos de la ciudad. Los agentes toman la matrícula y el nombre del barco, y le entregan al patrón un papel en el que se le informa de la normativa en varios idiomas.

10:45 h.: Todos los días las dos patrullas, una en cada turno, siguen una rutina de actuación. Una de las primeras tareas que hacen es comprobar que cerca de las bombas de succión de la desaladora, ubicadas junto al faro de poniente de Torrevieja, no haya nadie bañándose, buceando, navegando o caminando por el muelle. “Muchas veces hay críos que se bañan cerca del faro, o que nadan de faro a faro, y es peligrosísimo. La zona está señalizada pero la gente no suele hacer caso”, nos dice Antonio, uno de los policías. Cerca, aunque en la zona fuera de peligro, sí vemos una moto de agua circulando muy rápido. “Es importante controlar la velocidad de las motos y los barcos porque esa moto está muy cerca de los niños que están en su clase de vela, y hay que tener cuidado”, dice Adolfo. La velocidad en el puerto es de tres nudos, y aunque la moto no está dentro del recinto portuario, los agentes le piden que no vaya tan rápido.

11:30 h.: La rutina de hoy se modifica porque hay programado un simulacro de rescate en la cala Gambote. En él participa la Policía Local a través de su embarcación, el servicio de Socorrismo del Ayuntamiento y el Samu. En el simulacro se finge la caída de una persona desde una altura de unos diez metros a unas rocas cerca del agua, y se activa el protocolo. La embarcación recibe el aviso por el —- y se traslada a toda velocidad al lugar. El servicio de socorrismo rescata a la víctima por el mar y la acomoda en una embarcación de la Policía Local para desplazarla hasta la playa de Los Locos, donde el Samu, que ha sido avisado, la espera para trasladarla al hospital. Los agentes han visto al realizar el simulacro que un grupo de jóvenes se estaba tirando desde arriba de las calas, y una vez terminada la actividad, deciden regresar a la zona. “Tirarse desde ahí, además de ser una actividad muy peligrosa, es una falta grave. Por favor, buscad una zona de baño más segura, por favor”, les dicen.

13:00 h.: La embarcación supervisa el sur de la costa del término municipal, la zona que normalmente se controla a primera hora, y comprueba que todo funcione con normalidad. Lo más importante es ver el emisario submarino que está ubicado en La Veleta, un tubo que expulsa en el mar el agua sobrante del riego. No es difícil identificarlo porque el mar hace en la zona una especie de onda y si el agua no está turbia, se pueden ver los tubos. “Es importante que veamos si expulsa algo raro, aunque no suele pasar”, nos dice Adolfo. Una vez comprobado que en el emisario todo está bien, nos dirigimos a la zona de Punta Prima, donde suele haber gente haciendo pesca submarina. Allí encontramos a un buceador con fusil pescando dentro de la línea de baño. Los agentes le piden los carnés acreditativos para practicar esta actividad, y tras comprobar que todo está correcto, le indican que no puede realizar la pesca dentro de la línea de boyas.

14:30 h.: Los agentes se dirigen a la zona norte. En la Playa del Cura dos bañistas se han salido de la zona delimitada y la patrulla les recuerda que por su seguridad, deben entrar dentro de la línea de boyas. Todos los días, nos aseguran, se encuentran a cuatro o cinco personas nadando fuera de la zona habilitada, y el auge de los barcos de alquiler sin titulación está generando que los agentes deban tener más cuidado y control en el cumplimiento de la normativa ya que, aseguran, hay mucho desconocimiento. Allí también, cerca de la playa, un hombre está pescando con caña. Son poco más de las 15.30 y los agentes le indican que puede pescar ahí desde las 9 de la noche hasta las 9 de la mañana, siempre que no haya gente bañándose. “El baño está encima de la pesca”, nos dice Jero.

17:00 h.: Una de las funciones de la patrulla marítima es controlar las plagas de medusas. Navegando podemos ver algunas, pero su presencia no es alarmante. Son muy pocas y además están lejos de la orilla. “Si hubiese muchas, avisaríamos al coordinador de playas”, dice Rubén. Este verano, a pesar de la “alarma” que hubo en mayo por la presencia de carabelas portuguesas, durante el verano no se ha visto ninguna. En la playa de la Mata, donde nos hemos dirigido a supervisar que todo se esté realizando sin incidencias, hay muchas corrientes. “Hay que tener mucho cuidado con las corrientes y la gente, en lugar de nadar de lado, nada en sentido contrario a la corriente, y se cansan. Ahí está el fallo”, dicen uno de los agentes.

17:30 h.: La patrulla se ha unido a la limpieza y conservación del medio ambiente recogiendo la suciedad que encuentran en el mar durante su jornada laboral. Cajas de pesca, bolsas, plásticos, botellas y hasta un zapato o una caña nos encontramos durante el día. “Como la mar es tan grande, la gente cree que si tira algo, no afecta, pero sí afecta”, dice Adolfo. La cercanía de la desembocadura del río Segura y la dirección de las corrientes hacen que muchos plásticos o desechos que transitan por el río, lleguen a nuestra costa y en especial a la playa de La Mata.

18:30 h.: El servicio de socorrismo ha detectado un vertido en la Playa de Los Náufragos y avisa a la patrulla para que se dirija inmediatamente a la zona. La lancha, que se encontraba en la Punta del Salaret, en la Playa de Los Locos, se dirige rápidamente a la zona afectada. Los agentes participan en el cierre del baño debido a la presencia de un vertido marrón y pegajoso del que se cogen muestras para analizar. Un bañista se muestra reacio a salir del agua, pero el equipo de la Policía Local y de socorristas consiguen que el hombre, de unos 60 años, salga.