El contrato, con un importe anual de 192.280 euros, tiene una duración de cuatro años más dos prórrogas, por lo que el valor estimado asciende a 1.153.680 euros
El alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón, junto con el concejal de Bienestar Social, Tomás Ballester, visitó esta semana las instalaciones del Equipo Específico de Intervención con Infancia y Adolescencia (EEIIA), anteriormente SEAFI, que desde el pasado jueves, 5 de marzo, se encuentra operativo en un local de la calle Caballero de Rodas, nº 25, 1ºC.
Eduardo Dolón destacó la importancia de este servicio que atiende a niños y adolescentes que se encuentran en una situación de vulnerabilidad. Asimismo, el alcalde declaró que se trata de un día histórico porque desde hace cuatro años (2016) ha estado paralizado y sin contrato, habiendo tenido que realizar el servicio los propios trabajadores sociales y psicólogos de la Concejalía de Bienestar Social.
El EEIIA de Torrevieja está compuesto por cuatro profesionales: una psicóloga, un trabajador social y dos educadoras sociales. Su horario de trabajo es de lunes a viernes, mañanas y tardes, con el fin de facilitar la asistencia de las familias que acudan a ser atendidas por este servicio.
El contrato se firmaba el pasado 26 de febrero, por un importe anual de 192.280 euros, teniendo una duración de cuatro años más dos prórrogas (seis años), por lo que el valor estimado del mismo asciende a 1.153.680 euros.
El Equipo Específico de Intervención con Infancia y Adolescencia es un recurso municipal de intervención familiar, dirigido a potenciar y optimizar el desarrollo integral de los menores de edad, teniendo en cuenta las necesidades de los niños y adolescentes, el contexto en el que se desarrollan y las capacidades y habilidades de los padres y madres.
Este servicio, que va dirigido a niños y adolescentes que se encuentran en una situación de vulnerabilidad, riesgo, desamparo o con medidas jurídicas de protección, tiene como funciones principales reforzar la capacidad relacional de la unidad familiar o convivencial incluyendo la relación conyugal, paterno/materno-filial y fraternal, potenciar la capacidad parental de los cuidadores y favorecer estrategias y recursos personales de afrontamiento y eficacia relacional en los niños, niñas y adolescentes que atendemos.