Bendecida en Brácana (Granada) la nueva imagen del Sagrado Corazón de Jesús, obra de Víctor García

Bendecida en Brácana (Granada) la nueva imagen del Sagrado Corazón de Jesús, obra de Víctor García

La tarde del domingo 31 de agosto de 2025, la Parroquia de Nuestra Se­ñora de las Mercedes de Brácana (Gra­nada) vivió una jornada de especial emoción con la bendición de la nueva imagen del Sagrado Corazón de Jesús. La talla, destinada al retablo mayor del templo, devuelve a la comunidad una devoción secular que había quedado interrumpida por diversas circunstan­cias históricas.

La obra es fruto del talento del es­cultor torrevejense Víctor García Villal­gordo y ha sido sufragada íntegramente por la feligresía, como muestra de gra­titud y compromiso con sus tradiciones. La bendición coincidió con la última Eucaristía presidida por el párroco Ro­berto Benavides Rodríguez, a quien se reconoció la entrega de sus tres años de servicio en Brácana y cuyo apoyo resul­tó decisivo para que el proyecto se hiciera realidad.

El Coro Rociero de Nuestra Se­ñora de las Mercedes acompañó la liturgia con sus cantos, llenan­do de solemnidad y alegría una ceremonia que permanecerá en la memoria colectiva. Tras la bendición, el propio Víctor Gar­cía tomó la palabra para com­partir con los asistentes detalles del proceso creativo de la ima­gen. El escultor destacó que la obra fue concebida en su tierra natal, marcada por una honda devoción al Sagrado Corazón, donde ya había realizado con anterioridad la imagen titular del tem­plo del barrio de La Punta, dedicado a la misma advocación.

Finalizada la celebración, la parroquia ofreció un ágape a las puertas del tem­plo como signo de fraternidad. El 31 de agosto de 2025 queda así inscrito en la historia viva de Brácana, que desde ese día se sabe consagrada bajo el amparo del Sagrado Corazón de Jesús.

Los detalles de la imagen

La talla, realizada en madera de ce­dro policromada y estofada, alcanza los 130 centímetros de altura. En su iconografía responde fielmente a las revelaciones de la religio­sa francesa Margarita María de Alacoque, quien relató la apa­rición de Cristo mostrando las cinco llagas resplandecientes como soles. El pecho abierto dejaba ver un corazón ardiente, manantial de amor y misericor­dia, que sufría por la ingratitud de los hombres y reclamaba un culto de reparación.

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