Ángela Nieto tiene una agenda de esas que dan vértigo, pero logramos hablar con ella en un hueco que nos hace entre congresos y entregas de premios. Considerada como una de las científicas más destacadas en el campo de la biomedicina, Nieto es actualmente profesora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas -CSIC- y dirige el equipo del laboratorio de Fisiopatología de los Movimientos Celulares en Vertebrados en el Instituto de Neurociencias de Alicante, un centro mixto del CSIC y la Universidad Miguel Hernández. “Lo único que pido es seguir trabajando con una buena financiación y seguir contando con científicos jóvenes en mi grupo, para que podamos conseguir más resultados relevantes”, nos dice. A lo largo de su carrera ha recibido importantes galardones como el Premio Rei Jaume I, el Premio de la Fundación Carmen y Severo Ochoa o el Premio México de Ciencia y Tecnología. Esta semana la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer -ASEICA- le ha otorgado el Premio a la Investigación del Cáncer 2018, y en Vista Alegre hemos hablado con ella, ya que será una de las ponentes que participará la semana que viene en la Semana de la Ciencia que ha organizado la Asociación Cultural ‘Ars Creatio’ en colaboración con al Ayuntamiento de Torrevieja, el Cefire de Orihuela y la Asociación Española de Neurociencia.
Vista Alegre: Vienes a Torrevieja a impartir la conferencia ‘Los embriones guardan el secreto de la metástasis del cáncer’, cuéntanos qué significa esto.
Ángela Nieto: Llevamos más de 20 años trabajando en cómo de una sola célula se desarrolla finalmente un individuo completo. Durante el desarrollo embrionario hay muchas células que nacen muy lejos de su destino, de donde tienen que formar los órganos, y para eso ponen en marcha un programa de movimientos celulares. Cuando esto no funciona bien y las células no están en el sitio correcto para formar los órganos, el embrión se muere. Si todo funciona correctamente, cuando las células llegan a su destino este programa se apaga porque ya ha terminado su función. Es fundamental que esté activo durante el desarrollo embrionario y que luego permanezca apagado en el adulto, pero en enfermedades como el cáncer este programa se activa otra vez. Nosotros encontramos que para que se inicie el proceso de formación de metástasis, para que se desprendan células del tumor primario y formen otros tumores en otros sitios, tiene que activarse este programa. Ocurre lo mismo que en el embrión, que se desprenden células que van a otros lugares, pero en el embrión es lo normal y en el cáncer tiene consecuencias devastadoras. Cuando hallamos esto pensamos que si preveníamos la salida de las células del tumor evitábamos la formación de metástasis, e intentamos encontrar inhibidores de este proceso, pero nos dimos cuenta de que el desprendimiento de células ocurre más pronto de lo que pensábamos en el desarrollo del cáncer y eso significa que en momento del diagnóstico los pacientes ya tienen células circulando. Si nosotros inhibimos este programa de movimiento, favoreceríamos la aparición de esos tumores porque apagaríamos el programa del movimiento y las células anidarían más fácilmente.
V.A.- ¿Este programa de movimiento afecta a todos los tipos de tumores?
Á.N.- Todos los tumores sólidos reactivan este programa embrionario para formar la metástasis.
V.A.- Recibes esta semana el Premio a la Investigación del Cáncer 2018, pero tienes otros muchos reconocimientos en tu carrera y una perspectiva amplísima del panorama científico. ¿Cómo ha cambiado la investigación en estos años?
Á.N.- El cáncer no es una sola enfermedad, son muchísimas, y por eso es tan difícil atacar la enfermedad, pero en los últimos 25 años se ha avanzado mucho en el entendimiento de los procesos que dan lugar al cáncer y se ha avanzado mucho en los tratamientos, y eso se debe exclusivamente a los trabajos de investigación y a los equipos médicos. Desde hace poco tiempo hay otras formas de ver las terapias contra el cáncer, que es lo que se llama inmunoterapia, y está funcionando francamente bien en algunos tipos de cáncer. Mucha gente opina que ahora hay más cáncer que antes, pero yo no estoy segura de eso por dos razones: porque ahora se diagnostica mucho más, el diagnóstico ha mejorado y actualmente más personas que saben que tienen cáncer; y ahora hay una supervivencia muchísimo mayor y todos conocemos a muchas más personas enfermas de cáncer.
V.A.- ¿Cómo está el panorama de la ciencia en España? Los científicos españoles estáis muy bien valorados, pero muchos se van fuera.
Á.N.- España tiene científicos, laboratorios y centros de investigación excelentes y es verdad que muchos se van fuera, pero eso no es intrínsecamente malo. La ciencia es mundial, tenemos que estar en contacto con todo el mundo y salir para ver otras cosas y aprender muchísimo más. Marcharse es excepcional, el problema es cuando no se puede volver, y ahí es donde estamos. Los años de crisis nos han llevado a una distribución de presupuesto muy dramática y a un bloqueo en la generación de nuevos puestos de trabajo para los científicos, y si no se reacciona pronto y se revierte la situación perderemos estas generaciones de científicos jóvenes.
V.A.- ¿Qué hemos hecho mal como país para que se haya dado esta situación?
Á.N.- Lo hemos hecho mal porque las prioridades que se han establecido no incluyen a la ciencia y el modelo económico que hemos tenido no ha funcionado. Mientras que no se vea claro que el progreso del país y el cambio de modelo económico es algo que necesitamos, no podremos salir de la crisis. Un país depende de la inversión en investigación, en desarrollo y en educación.
V.A. ¿Desde la comunidad científica se ve con esperanza el que ahora tengamos un ministro científico?
Á.N.- Lo que principalmente se ha visto con alegría es que ahora haya un Ministerio de Ciencia porque hemos estado muchos años sin él. Ahora tenemos un ministro de Ciencia, lo que quiere decir que en el Consejo de Ministros se habla de ciencia, y estamos esperando que eso signifiquen cambios, esperando a ver qué pasa con los Presupuestos Generales del Estado, y esperando a que se desbloquee la contratación. Parece que podría mejorar, pero todavía tenemos que verlo.
V.A.- Es difícil hablar de ciencia sin preguntar por la brecha de género.
Á.N.- La brecha salarial existe menos porque en la academia y la investigación el salario es independiente del sexo. En cuando a la representación, cuando avanzamos hacia las posiciones más elevadas hay menos mujeres y tenemos que hacer algo. El problema de la ciencia es que es bastante exigente en términos de tiempo y aunque en la universidad hay más mujeres que hombres y en la tesis doctoral probablemente también, después cae el número de mujeres porque suele coincidir con la etapa de la maternidad. Necesitamos un sistema de conciliación familiar que todavía no tenemos para que las mujeres puedan seguir su carrera.
V.A.- La ciencia y las carreras brillantes exigen mucha dedicación, ¿qué os habéis tenido que dejar por el camino las personas que os dedicáis a la ciencia?
Á.N.- No me gusta pensar que he dejado cosas por el camino. No sé qué hubiera pasado si no hubiera sido científica. Trabajar en ciencia me ha permitido conocer a gente en todo el mundo, tener amigos en muchos países y abrirme muchas posibilidades, pero obviamente requiere mucha dedicación y al final se dedica menos tiempo a la familia y a los amigos.
X Semana de la Ciencia
Centro Cultural Virgen del Carmen, a las 19 horas
Lunes 12 de noviembre
‘Los embriones guardan el secreto de la metástasis del cáncer’.
Imparte: Ángela Nieto Toledano, Profesora de Investigación del CSIC.
Martes 13 de noviembre
‘Estrategias tecnológicas para el desarrollo de bebidas funcionales’.
Imparte: Nuria Martí Bruña, Profesora Contratada Doctor de la UMH.
Miércoles 14 de noviembre
‘Disruptores endocrinos en el origen de la diabetes’.
Imparte: Paloma Alonso Magdalena, Profesora Titular de la UMH.
Viernes 16 de noviembre
‘Nuevos materiales para la generación de energía’.
Imparte: Ángela Sastre Santos, Catedrática de la UMH.
Entrada libre hasta completar aforo.
30 horas de formación para profesores no universitarios por el CEFIRE de Orihuela