Dinámico y entretenido fue el acto que se llevó a cabo el pasado día 8 de marzo en el Centro Cultural Virgen del Carmen con motivo del Día Internacional de la Mujer. Las concejalías de Igualdad y Bienestar Social conmemoraron este día con la tradicional gala que fue presentada por Lisa Schinello y Francisco Reyes. Varios fueron los momentos emotivos que se vivieron, como la interpretación por parte de las alumnas de Nuria Girona de la Escuela Municipal de Danza, de varias coreografías, una de ellas muy conectada con la historia de Torrevieja, en homenaje a las rederas – remendadoras de las artes de pesca con la música de «Alfonsina y el mar». Un baile muy sentido. Otro instante destacado fue la proyección de todas las fotografías de las mujeres que han recibido el homenaje de la ciudad en los 25 años que se están concediendo premios con motivo del Día de la Mujer.
Rosario Carmona Muñoz quiso estar acompañada en el escenario por su madre, Rosario Muñoz Gutiérrez, que ha sido su inspiración en la costura y en el trabajo durante toda su vida. El alcalde de la ciudad, Eduardo Dolón le hizo entrega del trofeo que le acredita como premio del Día de la Mujer 2025, que fue concedido por unanimidad de las asistentes a la elección. Por su parte la concejal de Igualdad, Inmaculada Montesinos también felicitó a la galardonada y le hizo entrega de un ramo de flores que recogió, Rosario Muñoz.
Eduardo Dolón, además de felicitarlas y a todas las mujeres, resaltó el gran trabajo realizado por Rosario Carmona durante toda su vida. El alcalde puso a ambas como ejemplo para toda la ciudad. Por su parte, Rosario Carmona en sus palabras tuvo un recuerdo para todas las mujeres que con su esfuerzo y día a día contribuyen al progreso de la sociedad.
Entrevista a Rosario Carmona Muñoz, Premio Mujer 2025
“Parte de este premio es de mi madre también”
Vista Alegre: ¿Cómo te sientes con este reconocimiento? ¿Te lo esperabas?
Rosario Carmona: Muy contenta y muy feliz. Ha sido todo tan inesperado, pero tan bonito a la vez. Mi amiga lo llevaba en secreto junto con mi familia, entonces me pilló por sorpresa, pero muy bien. Parte de este premio es de mi madre también.
Quiero dar las gracias a toda la gente que me ha apoyado y que me ha llamado por teléfono. He recibido muchos mensajes de todo el mundo dándome la enhorabuena. Me he quedado asombrada, no me esperaba tanto. Siempre hay mucha gente que está agradecida y ahora lo ha demostrado.
V.A.- Has querido compartir este premio con tu madre…
R.C.- Sí, porque como todo empezó con ella. En mi casa de toda la vida se han dedicado a la costura ella y mi abuela; entonces ha sido una casa de entrar y salir mucha gente. Además, dio la casualidad que me fui a trabajar en fábricas de textil: de vaqueros y de confección de vestidos de comuniones. Luego me quedé en casa en el taller con mi madre y después vino Bernardo para ver si quería a coser toldos porque necesitaba a alguien. Al final me convenció; yo nunca había cosido toldos. Me quedé ahí dos o tres años hasta que nació mi hija pequeña. Después me lo dejé prácticamente todo y me quedé solo con el taller de casa. Hemos cosido para las cofradías de la Semana Santa desde 1982; los faldones de los tronos se hacían aquí. También para las academias de baile, la gimnasia rítmica y las comparsas del Carnaval. Además, he hecho vestidos de novia. En Navidades mandé un mensaje a todo el mundo para avisar de que ya no cojo más encargos porque quiero quedarme solo con mis padres. Si no, nunca terminas y siempre tienes más compromisos.
V.A.- ¿Qué recuerdas de tus inicios en el mundo de la costura?
R.C.-Yo no me dediqué solamente a un patronaje ni a una manera de coser. He estado en varios sitios y he cogido técnicas de distintas costuras. No es lo mismo que cuando estás en sastrería. Cuando tenía 13 años salía del colegio por las tardes y me iba a la casa de una chica que me enseñaba a coser. Ella trabajaba en la tienda Mellado, pero el hombre se retiró y ella se quedó en su casa cosiendo. Entonces ya no era la técnica de mi madre, era otra diferente. Luego me fui a los vaqueros, que era una producción en cadena; en una hora podían salir 600 o 700 vaqueros. He pasado por técnicas diferentes, desde vestidos de novia hasta toldos… Lo he cosido todo.
V.A.- ¿Qué es lo que más te gusta?
R.C.- Me ha gustado todo, incluso me han traído fotos de vestidos de alguna famosa o modelo que han sacado de Internet. Y me ha gustado cuando he dicho que tengo que terminar un encargo aunque esté dos noches sin dormir y descanse poco. Pero si tiene una fecha para salir, lo tengo que acabar aunque no duerma.

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