Salto de calidad

Portada » Salto de calidad
Salto de calidad

HÉRCULES C. F. B 0 – 3 C. D. TORREVIEJA

Cómo cambia el fútbol con un par de resultados. Aventurábamos aquí que lo primero que un equipo necesita para ganar es creerse capaz, y quizá eso mismo era lo que echábamos de menos. A poco que le han rodado las cosas —y ha acertado en momentos clave tanto en una portería como en la otra, factor siempre fundamental—, el Torrevieja se ha anotado dos victorias de muy distinto calibre. Esta última, la obtenida en el Juan Antonio Samaranch, tanto por el rival como por la forma, tanto por el campo como por la diferencia, sin duda debe ser considerada como la más meritoria de las cuatro que hasta la fecha lucen en nuestro casillero: los hechos y los números así lo atestiguan. Conocido es el pánico que nos producen los vaticinios, así que nos guardaremos de emitir ninguno de cara al resto de temporada, que aún es mucho resto. Pero, sin temor a equivocarnos demasiado, la cuestión estriba en mantener esta línea —aunque no todos los partidos pueden salir igual de bien— y reforzar la plantilla en puestos importantes. Si se logran ambos objetivos, no descartaríamos nada.
Antes de entrar en materia, confesemos abiertamente que ni los más optimistas habían presagiado semejante marcador. Todos éramos conscientes de que no andábamos sobrados de hombres disponibles —el último en caerse de la lista, Rulo, acudió a animar a sus compañeros— para completar la convocatoria. En justicia habremos de reconocer que en parecida situación se encontraban los filiales herculanos, si bien a éstos cabe esperarles más abundancia para escoger sustitutos. Pero nunca el signo está escrito antes de empezar a moverse el balón, así que fuimos al Polígono Babel con la esperanza de traernos algo. Y ya lo creo que fue algo grande. En un partido de no muchas ocasiones, sentenció el que creó las suficientes. El Torrevieja, sin importarle a quién se estaba enfrentando, llevó a la práctica cuanto se exige a un equipo dominador: disciplina, temple, madurez y, cómo no, puntería; sin ésta, lo demás no siempre sirve. Si hay tardes en las que resulta improcedente destacar a uno o varios jugadores, ésta es una de ellas. Porque todos, desde el 1 hasta el 14 —y seguro que hasta el 16, pues los dos que se quedaron en el banquillo también contribuyeron— merecerían ser incluidos en ese capítulo.
La primera combinación relevante, a los cuatro minutos, empezó en una carrera de Fran Caballero por la izquierda, con pase a Juanmi y centro atrás de éste para el remate posterior de Revi. Trece minutos después, un contragolpe de libro en el primer saque de esquina de los locales —subrayemos asimismo que tampoco pasamos apuros en ninguno de los otros cinco que botarían— llevado por Andrey, con apertura de Felipe para Juanmi y remate de clase de Fran Caballero. Durante la siguiente fase, los alicantinos trataron de atacar, pero los caminos estaban cerrados con Jorge y Guido en todas las alturas. Se veía un juego de alto nivel. Omar seguía imponiendo su fortaleza al recibir, aguantar y redistribuir, mientras Naná trabajaba en la recuperación y Micro en la conducción. Si el lector ha llevado la cuenta, habrá advertido que todavía no hemos mencionado un nombre de la alineación titular: Juampe, el último valladar, brillaría en dos instantes decisivos. El primero, a los 34 minutos, al rechazar con la mano, en un lance de puros reflejos, un disparo de Piera, escorado a la izquierda, que había recibido del otro Juampe. El acierto en ambas porterías se estaba consolidando.
Lewis, que ocupó el lateral izquierdo, sustituyó al lesionado Revi, pasando Fran Caballero a reforzar el medio campo. Dando por bueno el 0-1 al descanso, un tiro lejano de Felipe fue desviado por un defensor. Esa jugada cobraría trascendencia, pues posibilitó el lanzamiento de esquina —de nuevo lo tenemos a favor— de Fran Caballero a la testa de Omar. Así que la ventaja se amplió antes del intermedio. Y a los dos minutos de la reanudación volvió a aparecer Juampe, esta vez para taponar el remate de Piera, que se había quedado solo en el área, a pase del citado extorrevejensista y tocayo de nuestro guardameta. El Torrevieja, airoso del lance más crítico, estaba entonces en disposición de lograr lo que le negaban los pronósticos. En adelante, con la perspectiva del tanteo, contemporizaría cuando fuera menester. A los 19 minutos, Micro envió a Andrey por la derecha y éste mandó alto el remate. Seis después, Omar, tras una excelente acción personal de fuerza y técnica, envió por el mismo lado a Andrey, que ahora no desaprovecharía la nueva oportunidad. El Hércules B intentaría, cuando menos, acortar distancias, pero no volvería a inquietar al portero adversario. De esta manera, el triunfo más meritorio ha sido también el más tranquilo. Paquito y en última instancia Marco, ambos del segundo equipo, participarían asimismo en él. Con este sobresaliente general, el futuro empieza hoy.